Como casi
toda buena canción, es ésta una de amor. La diferencia está en que se trata más
bien de un video clip (o casi) de 120 minutos, producido y dirigido con el
profesionalismo un tanto ingenuo y festivo que signaba su época. Se trata de un
triángulo: Miles, un solvente pero socialmente limitado arquitecto que se acaba
de mudar a NY; Madeline, la hermosa vecina de al lado (Virginia Madsen: algunos tienen esa suerte); y Edgar, la computadora a cargo de la seguridad del
departamento de Miles, cuya vida amenazará con dominar cuando --oh diosa de los
guionistas ochenteros-- cada uno de sus transistores se enamore de la chica (no
por nada toca el violoncelo), a quien compondrá canciones en un anonimato digno
del Cyrano. Estilizado manejo de cámaras y, sobre todo, una fina edición al
compás del ecléctico pero armónico soundtrack (Bach, Culture Club y Giorgio
Moroder componen la música), atento a las emociones cibernéticas, son, entre
otras, las características que identifican esta fantasía colorida e inesperadamente
oscura --una especie donde HAL 9000 se cruza con el optimismo que encubre la
penumbra en John Hughes, anticipando los entresijos más espontáneos de la
dramática Her (2013)--, protagonizada, por eso, por Bud Cort (uno de los actores
clave de los 70s) en la voz de Edgar. La inolvidable canción final es de Phil Oakey, el
vocalista y líder de The Human League. 3/5
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