jueves, 9 de octubre de 2014

Electric Dreams (1984)


Como casi toda buena canción, es ésta una de amor. La diferencia está en que se trata más bien de un video clip (o casi) de 120 minutos, producido y dirigido con el profesionalismo un tanto ingenuo y festivo que signaba su época. Se trata de un triángulo: Miles, un solvente pero socialmente limitado arquitecto que se acaba de mudar a NY; Madeline, la hermosa vecina de al lado (Virginia Madsen: algunos tienen esa suerte); y Edgar, la computadora a cargo de la seguridad del departamento de Miles, cuya vida amenazará con dominar cuando --oh diosa de los guionistas ochenteros-- cada uno de sus transistores se enamore de la chica (no por nada toca el violoncelo), a quien compondrá canciones en un anonimato digno del Cyrano. Estilizado manejo de cámaras y, sobre todo, una fina edición al compás del ecléctico pero armónico soundtrack (Bach, Culture Club y Giorgio Moroder componen la música), atento a las emociones cibernéticas, son, entre otras, las características que identifican esta fantasía colorida e inesperadamente oscura --una especie donde HAL 9000 se cruza con el optimismo que encubre la penumbra en John Hughes, anticipando los entresijos más espontáneos de la dramática Her (2013)--, protagonizada, por eso, por Bud Cort (uno de los actores clave de los 70s) en la voz de Edgar. La inolvidable canción final es de Phil Oakey, el vocalista y líder de The Human League. 3/5

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