Sorprendente parábola acerca del aislamiento innatural de los seres humanos a causa del racismo y la pobreza, Candyman refiere una leyenda urbana de colores surrealistas también aprovechados aquel mismo año por Francis Coppola en su audaz Bram Stoker's Dracula --estrenada un mes después. Además de una digna interpretación por parte de Virginia Madsen, sobre todo el inestimable aporte de Philip Glass eleva el nivel de un producto de género aún visible.
domingo, 11 de septiembre de 2011
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