martes, 9 de octubre de 2012

Black Caesar (1973)


La acogida que recibió Shaft (1971) consagró una puesta al día de temáticas y géneros tradicionales ahora dirigidos, pero no de manera excluyente, al público afroamericano, que se dio en llamar blaxploitation. Mientras las estrellas de esta nueva ola eran representativas de la audiencia destinataria (el duro Fred Williamson, la bosomy Pam Grier, el todoterreno Thalmus Rasulala), el equipo técnico detrás de las películas solía ser bastante mixto: Roger Corman, Melvin Van Peebles o Jack Hill fueron responsables clave. Además, desde la mencionada Shaft, la música impresa en los fotogramas de este movimiento setentero hizo, cómo no, historia: Quincy Jones, Roy Ayers, Bobby Womack, …acaso las blaxploitation contribuyeron al desarrollo del soul en una proporción cualitativa que apenas se ha empezado a entender, no obstante el entusiasmo prolongado de fans y estudiosos.




En la cinta que nos ocupa, un gangster de ghetto --convincente, ever-cool Williamson-- escala súbita y vorazmente hasta la cima, entre ecos a veces distorsionados de Scarface y Little Caesar. Sin embargo, el score al que sirve de vitrina es original en estéreo. Funky, lastimero, y en todo caso conmovedor, James Brown desplegó en este soundtrack la amplitud y hondura de su talento excepcional. Sin duda, estamos ante una de las piezas sonoras fundamentales de toda una época, así que la escucha atenta es recomendable.

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