miércoles, 4 de marzo de 2015

Paperhouse (1988)


Inspirada en El espíritu de la colmena y dirigida por Bernard Rose, esta sobria fantasía acerca del tránsito hacia la feminidad de una niña de 11 años de edad es una de las joyitas secretas de la década. Más efectiva en su simplicidad que otras parábolas con intenciones bastante semejantes (como la gótica y alambicada The Company of Wolves), Paperhouse narra la historia de Anna (Charlotte Burke), quien sufre de un extraño cuadro de desmayos que abren la puerta de su inconsciente con resultados que pondrán en riesgo su propia vida. A través de sus dibujos, y cual una pequeña Picasso, Anna --que es una muchachita con problemas en su escuela, pero, a diferencia de tantas otras heroínas marginales de la ficción, no se corta en lo absoluto a la hora de hacer valer sus derechos o expresar su actitud ante el mundo-- literalmente creará un universo privado con vida independiente, donde el significado de cada línea de lápiz sobre el papel tendrá el poder de dejar ciego (y con ganas de infernal revancha) a su ausente padre (Ben Cross) o mejorar la condición médica de un niño solitario y amante de la lectura (Elliott Spiers)… La música es de Hans Zimmer en colaboración con Stanley Myers, el autor de "Cavatina". 3.5/5


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