Después de Professione: reporter (1975), mi película favorita de Antonioni (uno de los más grandes de
Italia y el mundo) es, probablemente, esta atmosférica historia de
desencuentros existenciales y metafísicos entre las soledades insólitas de Monica Vitti
(sensual musa y novia del realizador) y el absurdamente bello Alain Delon, un
corredor de bolsa que desde siempre me hizo preferir la escena bursátil romana
(mucho más espontánea, natural en su zafiedad) a la descrita por Oliver Stone
en la fabulosa Wall Street (1987). Sorprendentemente (o no), L’eclisse, que además cuenta con
una inmediatamente pegadízima, irresistible canción ya en los títulos de crédito a cargo de una lozana, yeyé Mina (cuya confirmación vocal sería el "Se telefonando" de Ennio Morricone, en 1966),
no fue nada popular en el momento de su estreno, obteniendo galardones como el Premio
Especial del Jurado en Cannes muy a pesar del público.
jueves, 28 de marzo de 2013
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